Cuando
utilizamos el gentilicio nos retrotraemos a la gens, al gen que nos ha engendrado, a la fuente generadora de la
tierra que nos vio nacer, cuyo genio es reflejado por los individuos que
componen una nación, es decir, un nacimiento común, una idea compartida de communitas.
Este
origen común es lo que reconocemos cuando nos definimos con una nacionalidad
específica netamente diferenciada de otra u otras. Vemos en nuestros prójimos
más “próximos”, cualidades semejantes a las nuestras, nos consideramos parte de
una semilla que ha florecido en un totum
compacto que integra una misma lengua, unas mismas costumbres, una misma
cultura y una misma forma de percibir el natalicio
genital que se expresa a través de una etnia concreta que posee un “aire de
familia” muy familiar…
Los
nacidos en una nación expresan el natalicio de su nacionalidad cuando hacen nacer su propio genio manifiesto en su Potencial Genitivo, es decir, la genialidad engendradora de su Gen Original.
No hay comentarios:
Publicar un comentario